LA COJITA ESTÁ EMBARAZADA.
Se mueve trabajosamente,
pero qué dulce mirada
mira de frente.
Se le agrandaron los ojos
como si su niño
también le creciera en ellos
pequeño y limpio.
A veces se queda viendo
quién sabe qué cosas
que sus ojos blancos
se le vuelven rosas.
Anda entre toda la gente
trabajosamente.
No puede disimular,
pero, a punto de llorar,
la cojita, de repente,
se mira el vientre
y ríe. Y ríe la gente.
La cojita embarazada
ahorita está en su balcón
y yo creo que se alegra
cantándose una canción:
"cojita del pie derecho
y también del corazón".
Jaime Sabines.
op. cit. pp 44 y 45
martes, 16 de septiembre de 2008
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